No todos los “bugs” de software son realmente bugs

Imagine que su equipo de desarrollo acaba de implementar una función crítica en su plataforma de comercio electrónico, que permite a los usuarios filtrar productos por múltiples criterios. Las pruebas iniciales fueron satisfactorias; sin embargo, tres días después del lanzamiento, el equipo de atención al cliente recibe numerosas quejas: "La función de búsqueda no funciona correctamente", reportan. "Los resultados no coinciden con lo esperado."
Este escenario se repite con frecuencia en múltiples proyectos de desarrollo de software. La reacción inmediata suele ser etiquetar el problema como un "bug" y exigir una corrección urgente. No obstante, es precisamente en este punto donde una gestión estratégica e informada del proyecto puede marcar la diferencia.
¿Es realmente un bug?
Es completamente comprensible que los clientes cataloguen como "bugs" cualquier comportamiento inesperado o que no cumple sus expectativas. No obstante, una clasificación precisa de estos problemas evita la asignación incorrecta de recursos, confusiones en el presupuesto y malentendidos entre los stakeholders. En 1xINTERNET hemos comprobado que tomar un momento para clasificar correctamente cada incidencia ahorra tiempo, dinero y reduce la frustración para todos.
Los "bugs" generalmente se agrupan en cuatro categorías:
Defecto: El software no funciona conforme al diseño original. Se trata de un error real en el código que impide que la funcionalidad prevista se ejecute correctamente.
Solicitud de funcionalidad: El software opera según lo diseñado, pero el cliente requiere funcionalidades adicionales o diferentes que no estaban contempladas en el alcance inicial.
Dependencia externa: El problema se origina en un servicio externo, API o sistema de terceros fuera de un control directo. Por ejemplo, un sistema de pago fuera de servicio o un calculador de envíos que produce resultados inesperados.
Problema de uso: El software funciona correctamente, pero los usuarios necesitan asistencia, formación o documentación para utilizarlo de manera eficaz.
Entender esta clasificación es fundamental para gestionar proyectos de manera eficiente y optimizar el uso del presupuesto.

La clasificación impacta directamente en los resultados del proyecto
Para gerentes de proyecto y responsables de presupuesto, clasificar correctamente los problemas determina cómo se planifican los recursos, se asignan los presupuestos y se gestionan las expectativas de los stakeholders. Comunicar al equipo ejecutivo que su plataforma presenta "12 bugs" genera una percepción muy distinta a informar "3 defectos, 6 solicitudes de nuevas funcionalidades, 2 incidencias relacionadas con dependencias externas y 1 necesidad de formación."
Una clasificación adecuada influye en áreas clave del proyecto:
Planificación presupuestaria: Los defectos suelen incluirse en presupuestos de garantía o mantenimiento, mientras que las solicitudes de nuevas funcionalidades requieren un nuevo presupuesto para realizar su desarrollo. Las dependencias externas pueden requerir negociaciones con proveedores, y los problemas de uso suelen implicar inversión en formación o actualización de documentación.
Gestión de tiempos: Un defecto crítico puede exigir una respuesta inmediata, en cambio, las solicitudes de funcionalidades pueden integrarse en el plan de mejoras futuras. Los incidentes relacionados con dependencias externas precisan rutas de escalamiento y seguimiento específicas.
Comunicación con stakeholders: El equipo ejecutivo reaccionará muy distinto a "Algunas funcionalidades están pendientes de desarrollo" que a “Nuestro código tiene errores graves.” Una clasificación clara fomenta la confianza y proyecta una gestión profesional y transparente.

El desarrollo ágil y el control de calidad estratégico
En el desarrollo ágil, priorizamos la entrega rápida de la funcionalidad mínima viable. Esto implica que ciertas características, aunque esperadas, pueden quedar fuera de la primera versión de forma intencional. Al igual que en la metodología PMV, nos centramos en las funcionalidades que generan mayor impacto dentro de las restricciones de presupuesto y tiempo.
Un enfoque inteligente para los responsables de presupuesto es entender que, en ocasiones, es más rentable asumir el coste de corregir bugs puntuales en lugar de invertir desde el principio en pruebas exhaustivas que intenten prevenir todos los posibles errores. Por ejemplo, si se desarrollan 10 funcionalidades y se detecta un solo defecto, corregirlo puede requerir menos recursos que ejecutar pruebas exhaustivas en todas las funcionalidades desde el inicio.
Este enfoque estratégico facilita una entrega ágil y eficiente, priorizando la calidad en los componentes que impactan directamente la experiencia del usuario y los resultados de negocio. En 1xINTERNET, concentramos nuestras pruebas rigurosas en las funciones esenciales, asegurando su estabilidad, mientras gestionamos con flexibilidad posibles inconvenientes en áreas menos críticas.

Comunicación y procesos claros: la clave del éxito
Una clasificación clara de los problemas comienza con acuerdos previos sobre cómo se gestionarán los diferentes tipos de problemas. Esto incluye definir qué se considera un defecto o una solicitud de funcionabilidad, establecer tiempos de respuesta y aclarar las opciones de presupuesto para cada categoría.
Los proyectos más exitosos establecen estos procesos al inicio del ciclo de vida del proyecto. No espere hasta el primer informe de "bug" para tener estas conversaciones. Incorpore procedimientos de clasificación de problemas en la planificación de su proyecto desde el primer día.
En 1xINTERNET hemos comprobado que la relación con clientes más fuerte se basa en la comunicación transparente y el entendimiento mutuo. Cuando los gestores de proyecto comprenden por qué cierta funcionalidad no estaba en el alcance inicial, y cuando los equipos de desarrollo entienden el impacto de negocio de distintos problemas, los proyectos fluyen mejor y los presupuestos se vuelven más predecibles.
El objetivo no es eliminar todos los posibles problemas, sino gestionarlos de manera eficiente y transparente. Con un sistema adecuado de clasificación, lo que inicialmente parece una función "rota" se convierte en una oportunidad para demostrar una gestión de proyecto profesional y fortalecer la relación con el cliente.
¿Quiere optimizar la gestión de incidencias en sus proyectos? Nuestro equipo en 1xINTERNET le ayuda a establecer procesos claros, mejorar la eficiencia y garantizar la transparencia en cada etapa del desarrollo. Contáctenos hoy para una consulta.
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